La elección del nombre es un tema en el que los padres se esmeran especialmente. '¿Irá con la personalidad del niño? ¿Le gustará cuando sea mayor? ¿Se pasará de moda?...' Decidir cómo se llamará el bebé durante el embarazo ayuda a establecer un vínculo más estrecho con él. Es posible que dudemos si pegará con la carita del niño, pero cuando nazca, descubriremos que no podría llamarse de otra forma. Para ayudaros en vuestra elección os ofrecemos un pequeño resumen con el significado y las anécdotas de cientos de nombres para bebé. No dejéis de consultarlo. El nombre es el primer regalo que hacéis a vuestro hijo y ¡es para el resto de su vida!
Al ser el primer regalo que el pequeño recibirá de nosotros debe ser una decisión meditada, por eso muchos padres eligen nombres originales y diferentes y otros optan por un nombre más tradicional o que venga de familia, porque los padres tenemos nuestras propias personalidades y nuestros propios gustos y de ellos derivará la decisión última.
Sí que tenemos algunos consejos a la hora de encontrar el nombre ideal para el futuro bebé y el primero es muy lógico: consenso entre los papás. No podemos imponer un nombre a la otra parte de la pareja solo porque nos guste a nosotros, la otra parte no puede llamar a su hijo de una manera que le espante u horripile. Debemos tratar de llegar a un acuerdo común y entender que debe ser una decisión consensuada y meditada.
No hay estudios científicos que demuestren que el nombre afecte a la personalidad del niño y, sin embargo, muchos de nosotros elegimos cómo llamaremos al bebé en función del significado del nombre. Nos gusta saber cuál es su origen, qué historia tiene detrás, qué adjetivos o supuestas bondades se atribuyen a las personas con ese nombre...puede ayudar a inspirarnos, aunque como decíamos, científicamente eso tenga poca trascendencia en la personalidad del bebé.
Con todo esto los expertos sí recomiendan evitar nombres que sean difíciles de pronunciar en el idioma en el que se va a criar el niño, así por ejemplo llamar a un bebé que vivirá toda su vida en un área francófona, Ricardo o Roberto no son las opciones ideales, mientras que un Gael o Gabriel resultará más acertado. Además hay que tener en cuenta los apellidos para evitar cacofonías como Luz Díaz o redundancias como Fernando Fernández. La sonoridad de un nombre es muy importante y probar previamente cómo suena con el apellido es una buena forma de salir de dudas a la hora de decantarnos por uno.
Otro aspecto importante es qué nos transmite o evoca ese nombre: debe provocarnos emociones positivas, gustarnos cómo suena y resultarnos bonito. Hay nombres que pueden traernos malos recuerdos y provocarnos cierto rechazo, por lo que esos es mejor evitarlos, ya que tenemos opciones de sobra entre las que elegir.
Por otro lado, y como recomendación final de los expertos, si el apellido el largo es mejor elegir un nombre corto y a la inversa, si el apellido es corto un nombre largo puede ser perfecto para el pequeño. Eso también va en gustos, pero es cierto que facilitará bastante las cosas.
Nos decantemos por nombre compuesto, uno simple, por nombres unisex, nombres modernos o más tradicionales, lo importante es que nos guste, nos transmita y nos emocione.
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