Es sabido que muchos factores de nuestra crianza influyen en nuestra personalidad, desde la calidez y severidad de nuestros padres hasta su generosidad y agresividad.
Pero un hecho que pasa desapercibido muchas veces son las consecuencias de este regalo particularmente importante que nos otorgaron:nuestro nombre.
Los padres suelen ser quienes nombran a sus hijos. Para muchos es una prueba de creatividad o una forma de expresar sus propias personalidades o identidades a través de su descendencia.
Pero probablemente lo que no tienen en cuenta es que la elección que hacen sobre sus hijos podría influir en la forma en que los demás lo verán y, en última instancia, en el tipo de persona en la que se convertirá ese hijo.
Debido a que un nombre se usa para identificar a un individuo y comunicarse con él a diario, sirve como la base misma de la propia concepción de uno mismo, especialmente en relación con los demás
Noah
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