En ocasiones elegimos un nombre para nuestro bebé sin pensar en nada más que en que nos gusta, sin embargo, un nombre es mucho más que la forma en la que llamamos a una persona. Los nombres tienen significado, su origen, historia y curiosidades.
Pero, ¿desde cuándo existen los nombres?, ¿por qué existen los nombres?, ¿por qué hay nombres iguales en diferentes idiomas? Si tienes curiosidad por saber más sobre los nombres antes de poner a tu bebé ese nombre que será para toda la vida, te interesa saber todas estas curiosidades sobre los nombres.
¡Cosas que no sabías sobre los nombres que damos a los bebés!
Todos podemos contar historias sobre nuestros nombres y por qué lo eligieron nuestros padres, pero muchas veces no podemos ir más allá. He aquí cosas que no sabías sobre los nombres:
1- El origen de los nombres es incierto, pero sí se sabe por qué comenzaron las antiguas tribus a otorgarse un nombre. Se debía a que de esa manera transferían poderes o características a las personas. Cada uno tenía un significado que todo el mundo conocía, aunque con el paso de los años y la evolución del lenguaje se fue perdiendo esta conciencia del significado y sólo quedó el nombre.
2 - Hay una ciencia que estudia el significado de nombres y apellidos y se llama antroponimia.
3 - El nombre de mayor longitud documentado es Deoscopidesempérides que significa: El que se complace eternamente en la contemplación de Dios.
4- Los nombres compuestos comenzaron a utilizarse en España, y esa costumbre que se extendió a otros países arraigó más en latinoamérica o los países anglosajones. El rey Juan Carlos I fue el primer rey en tener un nombre compuesto y Juan Pablo I el primer Papa.
5- Se llama también nombre de pila al nombre propio porque se refiere a la pila bautismal.
6- Esos diminutivos, apelativos cariñosos o motes familiares que usamos a veces para denominar al bebé o al niño pequeño se llama hipocorístico, como Goyo (de Gregorio) o Koke (de Jorge).
7- Algunas culturas antiguas creían que era mejor ocultar el nombre de una persona para preservarla de la ira de los dioses. Por ello, se fue arraigando la costumbre de buscar un hipocorístico para llamarlo familiarmente.
8- Los nombres además de un significado, además tienen un origen. Puede ser hebreo, griego o germánico, por ejemplo. E incluso se puede conocer la etimología del nombre y cómo se escribía antiguamente.
9- Un 6% de los padres se arrepienten del nombre que dieron a sus hijos, ya sea porque era demasiado común, demasiado raro o lo hicieron por presión familiar.
10- La numerología trata de establecer una relación entre los números y las personas y se puede aplicar a los nombres. Según los seguidores de esta ciencia, los números del nombre nos pueden hablar de la personalidad e incluso del futuro del niño.
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